Inflación 101

En este artículo te platicamos sobre uno de los fenómenos económicos más referenciados e importantes, pero a la vez de los más incomprendidos: la inflación.

Contrario a lo que la mayoría de la gente piensa, la inflación está bien definida y debe cumplir con un par de características esenciales. Tal como lo plantea Jonathan Heath, economista y subgobernador del Banco de México, en su libro Lo que indican los indicadores (INEGI, 2012):

La inflación se define como un aumento generalizado y sostenido en los precios de una economía.

Estas dos características son necesarias para desmenuzar la inflación. Comencemos entonces por estudiar sus implicaciones.

Aumento generalizado

Un aumento generalizado implica que se trata de un fenómeno macroeconómico que afecta a todos los mercados económicos y no sólo a uno en particular. Usualmente se nos olvida esta característica, pues más de una vez se ha llegado a confundir el aumento en el precio de un bien en particular con el fenómeno inflacionario.

Los precios de los bienes y servicios cambian todo el tiempo para responder a las condiciones de mercado. Cuando ciertos eventos alteran un mercado en específico se observan variaciones en los precios, mismos que atienden a la percepción de los consumidores y productores.

Por ejemplo, comparemos la variación anual del índice de precios del aguacate con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

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En este caso, se han observado incrementos de hasta 100% y caídas por encima del 40%. Los ajustes tan bruscos se deben muchas veces a factores particulares de la oferta y demanda del mercado de aguacate, como pueden ser una mala cosecha que afecte la oferta del producto o aumentos estacionales en la demanda del aguacate.

Este es un claro ejemplo de que las variaciones en el precio relativo de un producto dependen de la interacción entre la oferta y la demanda, así como del marco regulatorio; por lo mismo, los precios fungen como indicadores útiles e informativos de las condiciones de mercado, para un período determinado de tiempo.

Aumento sostenido

Implica que los precios de los bienes tienden a crecer a lo largo del tiempo, es decir, aumentan de una vez por todas.

Se debe de hacer una distinción respecto a los incrementos transitorios que pueden darse por la coyuntura económica o por cambios estructurales, como una caída abrupta en la demanda o la introducción de nuevos impuestos.

Un gran ejemplo de esto es el impacto del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) que se introdujo al mercado de refrescos en 2014. Ante el incremento desmesurado de obesidad y diabetes en el país, el gobierno mexicano fijó un impuesto de un peso por cada kilo de azúcar contenido en las bebidas azucaradas.

El efecto fue un aumento casi inmediato de aproximadamente 17% en el índice de precios de los refrescos. Sin embargo, no podía esperarse que se diera un aumento sostenido a este nivel en el futuro; de hecho, debía de esperarse una desaceleración en el incremento de precios.

Cuando se implementa un impuesto, el mercado pasa por un período de ajuste en el que se aclimata a las nuevas condiciones. En el corto plazo, existe un aumento abrupto pues se está comparando el precio de un producto gravado respecto a uno que carecía de impuesto; en los periodos subsecuentes, el comparativo se da entre dos precios con gravamen, lo que muestra el incremento subyacente en el índice.

¿Qué ocasiona la inflación?

El reto principal de las autoridades y analistas consiste en distinguir las variaciones estructurales de precios, propias del fenómeno inflacionario, respecto a las variaciones asociadas a las condiciones particulares de un mercado. Así es como surgen tantas opiniones sobre este fenómeno tan importante que ha causado tanta confusión y polémica.

La manera más sencilla de determinar si lo que se observa es un efecto inflacionario, es atendiendo a las causas; según Heath, el fenómeno sucede cuando el mercado se encuentra "sobrecalentado":

El fenómeno de un aumento generalizado y sostenido en los precios es, típicamente, resultado de un exceso de la demanda agregada en al economía en relación con la oferta agregada. En otras palabras, inflación es cuando todos los precios suben todo el tiempo. (Heath; INEGI, 2012)

Existe el argumento de que la inflación es un fenómeno monetario, como seguramente hemos escuchado muchas veces: "el gobierno no puede imprimir más dinero porque ocasionaría inflación"; es decir, si el circulante monetario (efectivo) es mayor al que necesita una economía, se generará inflación.

Sin embargo, Heath argumenta que "múltiples estudios econométricos han encontrado que la relación entre el dinero y la inflación es muy inestable" (Heath; INEGI, 2012).

La inflación como efecto de un mercado "sobrecalentado" refleja que la economía está creciendo por encima de su potencial, de manera que los consumidores demandan más de lo que la economía tiene capacidad de producir; lo que conduce a que los precios aumenten para reflejar las nuevas condiciones del mercado.

Midiendo la inflación en México

Se requiere, entonces, analizar los ciclos por los que pasa una economía para determinar la inflación y sus efectos. Es por ello que recurrimos al monitoreo de índices, como el INPC, para "tomarle la temperatura" a la economía.

Este índice es calculado quincenalmente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y se construye a partir de cotizaciones de precios en 55 ciudades, a través de 299 genéricos (o productos) que son representativos del gasto en México. Las ponderaciones de estos genéricos en el índice se calculan con base en la ENIGH (Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares), la cual mide el gasto de las familias mexicanas a través de más de 700 productos y servicios.

Este índice agrupa los precios en cuatro niveles: específicos, genéricos, subíndices y el general, siendo este último el INPC. (Heath; INEGI, 2012)

La inflación es la variación observada en el índice a través del tiempo.

Por ejemplo, en las siguientes tablas se presenta la variación acumulada, respecto a diciembre de 2020, de los 10 genéricos con mayor ponderación en el INPC; así como aquellos con mayor incidencia en lo que va del año.

Inflación subyacente y no subyacente

Seguramente alguna vez has leído o escuchado a economistas mencionar los términos de inflación subyacente y no subyacente. ¿Qué es lo que miden estos subíndices y por qué son importantes?

El subíndice subyacente es el que monitorea los precios de aquellos genéricos que no están sujetos a decisiones administrativas, estacionalidad o alta volatilidad; su evolución es de suma importancia, pues, en teoría, marca la trayectoria de la inflación en el mediano plazo.

Por su parte, el índice no subyacente mide los efectos dependientes de otros factores de la economía, como agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno.

En la gráfica anterior se muestra un comparativo del INPC contra el subíndice subyacente. No sólo parece que el subíndice sostiene al INPC sino que, en efecto, los bienes y servicios que lo conforman son aquellos que se consideran sustanciales para el consumo en México.

El estado actual de las cosas

En septiembre del 2021 la variación mensual del INPC fue del 0.62%, mientras que la variación anual fue del 6.00%.

El subíndice subyacente aumentó 4.92%, mientras que el no subyacente creció 9.38% (año contra año).

La utilidad de medir la inflación

Medir la inflación nos permite estudiar el valor del dinero en el tiempo, lo que nos permite monitorear el poder adquisitivo de los individuos que operan dentro de un cierto mercado.

Con el propósito de mantener el poder adquisitivo de las personas relativamente estable a través del tiempo, el Banco de México tiene como una de sus principales labores asegurar una inflación sana del 3% (+/-1%) anual,  la cual funge como un ancla de las expectativas de crecimiento de la economía y de decisiones de política monetaria.

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