Producto Interno Bruto 101

El rey de los indicadores. No lo decimos nosotros, pero sí Johnathan Heath,  subgobernador del Banco de México, en la nueva versión del libro  Lo que Indican los Indicadores. En este artículo te explicamos a detalle una de las variables económicas más citadas por los medios de comunicación: el PIB. Qué es, cuál es su importancia, cada cuánto se actualiza, qué cambios ha tenido, si hay manera de anticiparlo y cómo podemos analizar su crecimiento son los principales puntos que abordaremos a continuación.

¿Qué es y por qué es importante?

El Producto Interno Bruto (PIB) es la suma del valor de los bienes y servicios finales producidos por los agentes económicos de un país en un periodo determinado; es un indicador de valor agregado donde se contabilizan los bienes y servicios finales producidos, mas no los bienes intermedios utilizados como insumos. Por ejemplo, si unas baterías fueron producidas para ser utilizadas en un coche nuevo, éstas no se contabilizan debido a que forman parte del bien final a vender, el vehículo nuevo. En cambio, si las baterías se producen para comercializarse directamente en una refaccionaria, entonces sí contribuyen al PIB.

En la gran mayoría de los libros de texto, el PIB se analiza desde una perspectiva de gasto, la cuál considera: el consumo, la inversión (pública y privada), el gasto gubernamental y la diferencia de las exportaciones menos las importaciones de productos. Si bien es la medida más completa de las actividades productivas, no puede considerarse como un indicador amplio de bienestar ya que abarca únicamente los aspectos materiales de los mercados y no considera al trabajo no remunerado. Por ejemplo, un panadero contribuye al PIB cuando hornea un pan y lo vende en su tienda, pero no cuando se lo da a su familia; en el mismo sentido, una persona aporta al PIB cuando trabaja de manera formal, pero no cuando realiza trabajos de cuidado no remunerados (los cuales son realizados  principalmente por mujeres, en nuestro país).

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Una manera de estimar el valor que aporta cada persona a la economía y que permite hacer comparaciones entre estados, es calculando el PIB per cápita; éste se obtiene al dividir el PIB entre el número de habitantes para una demarcación particular. Con base en las cifras del PIB estatal al cierre del 2019 y los datos poblacionales del Censo 2020 , obtenemos un PIB per cápita nacional de 182,703 pesos; los 3 estados con mayor nivel son: Campeche, la Ciudad de México y Nuevo León, mientras que Chiapas, Oaxaca y Guerrero son los 3 con niveles más bajos.

¿Cada cuanto se actualiza?

El PIB tiene una periodicidad trimestral y el dato oficial es publicado aproximadamente dos meses después del cierre de trimestre por el INEGI; sin embargo, también se publica la estimación oportuna 30 días después del cierre. A su vez, la institución presidida por Julio Santaella también calcula el Indicador General de la Actividad Económica (IGAE) de manera mensual, mismo que se puede considerar como una aproximación, con menos información, del PIB.

Tanto el PIB como el IGAE se actualizan utilizando la información de las Cuentas Nacionales, mismas que permiten segmentar la información de acuerdo a la clasificación de las actividades económicas:

• Primarias - que corresponden a la extracción de materias primas.
• Secundarias - que son aquéllas que pasan por un proceso de transformación.
• Terciarias - aquéllas enfocadas en la distribución de productos y servicios.

México es un país en el que los servicios y manufacturas juegan un rol importante en la actividad económica, es por ello que la actividad económica nacional se ve principalmente compuesta en un 62% por las actividades terciarias y 35% por actividades secundarias.

¿Qué cambios se han hecho en su medición?

El rey de los indicadores no siempre se ha calculado de la misma manera. Uno de los principales cambios, a raíz de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), fue la adopción del Sistema de Clasificación Industrial para América del Norte (SCIAN) en 1997; dicho sistema permite evaluar y comparar las economías de Estados Unidos, Canadá y México a través de 20 sectores económicos, en contraste con el sistema previo que contaba con menos de la mitad de divisiones industriales.

Otro de los cambios que se realizan periódicamente en el cálculo del PIB es el cambio de año base. El objetivo del cambio de base es que la contabilidad económica sea comparable en el tiempo, por lo que se toma un año como referencia para introducir mejoras en el proceso de medición e incluir cambios estructurales.

Como se aprecia en la gráfica anterior, el PIB nominal corresponde al valor de la producción, en términos de los precios de cada año (no toma en cuenta la inflación); mientras que el PIB real considera el valor de la producción a precios constantes, tomando como año base al 2013. A esta operación de poner el valor del PIB de un año en términos de los precios de otro se le conoce como deflactar el PIB.

¿Hay manera de anticiparlo?

Por si las estimaciones oportunas y el IGAE no fueran suficientes, el INEGI también acaba de lanzar una nueva estadística experimental conocida como  el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) basado en técnicas econométricas de nowcasting. Este indicador, al igual que el IGAE, hace uso de variables tradicionales como la producción industrial y el agregado monetario M4 , pero además considera también variables de alta frecuencia como búsquedas en Google y datos de movilidad  obtenidos a través de redes sociales.

Política Monetaria 101

En este artículo te platicaremos sobre el conjunto de decisiones que afectan los factores financieros que anteceden la estabilidad en precios y crecimiento económico.

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¿Cómo podemos analizar los cambios?

Existen tres principales maneras de analizar los cambios del PIB en el tiempo. La primera es calculando una tasa anual, donde se compara el PIB de un trimestre respecto al mismo del año anterior. Por ejemplo, el 3T21 registró una tasa anual de crecimiento de 4.7%.

La segunda manera es calculando una tasa trimestral, donde se compara el PIB de un trimestre respecto al periodo anterior, por lo que se mide el cambio registrado entre periodos consecutivos. Vale la pena señalar que el INEGI publica una serie adicional donde realiza un ajuste estacional que toma en cuenta factores temporales, ajenos a las propias fluctuaciones económicas. Por ejemplo, el 3T21 registró una tasa de crecimiento del -0.4% respecto al 2T21, considerando dicho ajuste.

La tercera manera de analizar el cambio del PIB es calculando una tasa anualizada y a diferencia de las dos anteriores, permite suponer el crecimiento anual del PIB utilizando la tasa trimestral de crecimiento; $(1+ \text{tasa trimestral})^4 - 1$. Por ejemplo, dado que la variación trimestral del 3T21 fue -0.4%, entonces suponemos que en 2021 el PIB disminuiría 1.7%. En contraste, si utilizamos la tasa del 2T21 (1.2%), entonces el crecimiento sería del 4.7%; como referencia, la SHCP estima un crecimiento del 6.3% para final del año.

Conclusión

No es casualidad que el rey de los indicadores despierte el interés de los analistas económicos y financieros, pues es la medida más completa del valor agregado de la economía. Destaca en los medios de comunicación, quienes constantemente informan sobre las estimaciones actualizadas de los expertos, y las mismas instituciones gubernamentales aplican técnicas econométricas innovadoras para prever su comportamiento.

Diversas instituciones privadas, públicas y no gubernamentales han planteado la necesidad de crear indicadores de bienestar que vayan más allá de lo económico; la misma ONU ha planteado el desarrollo del “PIB verde” que considere la sustentabilidad ecológica de la producción. Entre los esfuerzos nacionales, destaca el trabajo de México ¿Cómo Vamos? quienes desarrollaron el Índice de Progreso Social para complementar el análisis de los factores económicos.